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miércoles, 30 de octubre de 2024

Amecameca es considerada "La Capital Nacional del Alpinismo" desde 1992

 


Amecameca: El día que las montañas hicieron historia

Por un cronista contemporáneo

En la mañana del 16 de mayo de 1992, el aire frío de los volcanes acariciaba las calles de Amecameca mientras el sol comenzaba a iluminar las faldas del Iztaccíhuatl. No era un día cualquiera en esta población mexiquense; sus habitantes, acostumbrados a vivir bajo la sombra protectora de los colosos nevados, estaban a punto de presenciar un momento histórico que marcaría para siempre el destino de su tierra.

Las campanas de la parroquia de la Asunción resonaban con particular alegría, como si supieran que este día Amecameca, el pueblo que desde el siglo XII ha sido guardián de las montañas, recibiría el reconocimiento que por siglos había merecido: ser proclamada oficialmente como la "Capital Nacional del Alpinismo".

El arquitecto Mauro Sánchez de la Rosa, presidente municipal, había trabajado incansablemente para este momento. En su oficina, días antes, había compartido con emoción contenida los planes para la ceremonia. "Es un reconocimiento a generaciones de montañistas, a la historia viva de nuestro pueblo", había expresado, mientras sostenía los bocetos de las placas conmemorativas que pronto adornarían las calles de la ciudad.

La comunidad montañera, esos hombres y mujeres curtidos por el viento y el hielo, se congregaba en las calles principales. Entre ellos, figuras notables como Luz María Paniña Aranza y Gustavo Herrera Puente, representantes de importantes clubes de montañismo y rescate, compartían anécdotas de innumerables ascensos y rescates en las imponentes montañas que dominan el horizonte.

El "Diario Ovaciones", impulsor inicial de esta noble iniciativa, había enviado a sus reporteros para documentar el momento en que Amecameca se elevaría, no solo geográficamente, sino también en reconocimiento, al nivel de otras grandes ciudades alpinas del continente. Las cámaras fotográficas capturaban el momento en que las autoridades del H. Ayuntamiento Constitucional se preparaban para el develamiento de las placas.

La ceremonia comenzó con la solemnidad que la ocasión merecía. El eco de los discursos resonaba entre las calles coloniales, mientras los asistentes escuchaban con atención las palabras que describían la rica historia alpinista de la región. Cada palabra pronunciada era un tributo a los ancestros que primero hollaron estas tierras, a los guías que han conducido a incontables aventureros hacia las cumbres nevadas, y a los rescatistas que han arriesgado sus vidas por salvar las de otros.

Cuando finalmente las placas fueron develadas, un aplauso unánime rompió el solemne silencio. Estas placas, más que simples monumentos de metal y piedra, representaban el reconocimiento oficial de lo que los habitantes de Amecameca siempre habían sabido: que su ciudad era el corazón del alpinismo mexicano.

La celebración se extendió hasta el atardecer, mientras el sol pintaba de oro y rosa las nieves perpetuas del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Los visitantes y locales compartían historias de ascensos, de rescates, de momentos de triunfo y de pérdida en las alturas. En cada esquina de Amecameca se respiraba el orgullo de una comunidad que finalmente veía reconocida su vocación histórica.

Aquel 16 de mayo de 1992 quedó grabado en la memoria colectiva de Amecameca como el día en que el pueblo recibió oficialmente el título que siempre había merecido. Las placas conmemorativas, estratégicamente colocadas en puntos visibles de la ciudad, servirían como recordatorio permanente para las generaciones futuras de que Amecameca no es solo un pueblo al pie de los volcanes, sino la verdadera Capital Nacional del Alpinismo de México.


Artículo del periódico Ovaciones:



Título:
Ovaciones en el Montañismo. Aprobación unánime; Amecameca sí es la "Capital Nacional del Alpinismo"

Subtítulo:
Estará a nivel de otros países andinos.

Contenido:
Con beneplácito y de buen parecer ha sido aceptada por la comunidad montañista la iniciativa de ovaciones de nombrar a la ciudad de Amecameca como "Capital Nacional del Alpinismo". Con esta resolución se pone fin al rumor que llegaba como una demanda popular y se da el marco legal para que Amecameca con sus cumbres de clásica imagen con sus volcanes en fondo, provincia moderadamente fría, reciba miles de alpinistas de todas partes del país y del extranjero.

Desde la primera entrevista que se le hizo al proponente de la idea, Sr. Gustavo Herrera, y al Arquitecto Mauro Sánchez de la Rosa, autoridad que supo con elegancia presentar y argumentar la categoría que como punto de residencia tiene Amecameca, se acordó hacer pública la categoría de "Capital Nacional del Alpinismo".

Detalles del proyecto:
Los trabajos se encuentran adelantados, las placas conmemorativas ya están listas, y su develación será colocada en el parque central, en acto cívico. Las placas llevarán la siguiente leyenda: "Por iniciativa del H. Ayuntamiento Constitucional, esta población es reconocida por el Estado de México asociada a la categoría de ‘Capital Nacional del Alpinismo’. Amecameca, mayo de 1992." El logro se dedicará especialmente a todos los deportistas de alta montaña.

Agradecimientos:
En el evento se contará con la asistencia de autoridades y representantes de clubes de montañismo, que agradecerán el esfuerzo de quienes contribuyeron a lograr esta distinción para Amecameca.

Frase destacada:
"Compañeros en la montaña, amigos para toda la vida."

Foto:
En la parte izquierda de la imagen del periódico, se observa una fotografía de dos placas alusivas devueltas públicamente, haciendo oficial el reconocimiento a la aportación alpina de Amecameca a nivel nacional e internacional.

Fecha de publicación:
16 de mayo de 1992




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