En el municipio de Amecameca, Estado de México, donde los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl vigilan la región, un artesano ha encontrado la manera de revivir la historia y la nostalgia a través de sus manos. Gilberto Urbina, un talentoso creador de autobuses a escala, se ha convertido en una figura destacada por sus impresionantes réplicas de modelos emblemáticos como los autobuses de ADO, SUR, VOLCANES y la famosa Ruta 85, entre otros.
La Pasión por lo Artesanal
Gilberto Urbina comenzó su camino como artesano hace más de seis años, tras haber vendido libros en el “Bazar Los Volcanes”. Motivado por su amor por la historia del transporte y su inquietud por crear algo único, dio el salto hacia el diseño de autobuses en miniatura. Cada una de sus piezas es elaborada con dedicación y atención al detalle, utilizando principalmente madera MDF, un material versátil que permite darle forma y acabado fino a sus creaciones.
“Primero diseñé un autobús de cartoncillo, lo pinté y, aunque fue un primer intento, quedó bastante bien. A partir de ahí, decidí experimentar con diferentes tipos de madera hasta que encontré que la madera MDF era ideal para estos modelos”, comentó Urbina en entrevista para Reporteros en Movimiento.
La Evolución de su Arte
Lo que comenzó como una idea humilde ha evolucionado hasta convertirse en una artesanía reconocida a nivel nacional. Urbina no solo fabrica las carrocerías, sino que también ha aprendido a crear detalles minuciosos como las llantas. Inicialmente, estas piezas eran adquiridas a un alto costo, lo que llevó al artesano a tomar cursos en la Ciudad de México para aprender a fabricarlas él mismo. “Las llantas me costaban 200 pesos por las cuatro, así que decidí aprender a hacerlas. Ahora las diseño de diferentes maneras y eso me permite personalizar cada autobús”, explicó Urbina.
El proceso de fabricación de cada autobús incluye pintura automotriz para garantizar un acabado profesional, además de logos y calcomanías hechas en vinil, lo que añade autenticidad a sus piezas. Los modelos abarcan desde autobuses antiguos que circulaban por rutas tradicionales hasta vehículos de líneas como ADO, SUR y VOLCANES, muy conocidos en la región centro-sur de México.
Artesanía con Historia
La obra de Gilberto Urbina no es solo un trabajo artesanal, sino una conexión con la historia del transporte público en México. Sus autobuses representan épocas pasadas, cuando estos vehículos eran el principal medio de transporte para miles de personas. Modelos de rutas icónicas, como la Ruta 85, que recorría la zona metropolitana del Valle de México, o los autobuses de ADO, que conectaban ciudades a lo largo del país, forman parte de su catálogo.
“Quería hacer algo diferente, y al buscar en internet vi videos de cómo diseñar autobuses a escala. Me llamó mucho la atención porque casi nadie hace estas réplicas, así que decidí intentarlo y poco a poco fui mejorando los modelos”, cuenta Urbina. Hoy en día, sus creaciones han llegado a distintos puntos de la República Mexicana, incluyendo la Ciudad de México, Pachuca, Zacatecas, Guanajuato, Oaxaca, Toluca y San Luis Potosí.
Un Emprendimiento Local con Impacto Nacional
Gilberto invita a todos a visitar su espacio en Amecameca, ubicado en la calle del Progreso, entre las calles Reloj e Independencia. También es posible encontrar su taller a través de Google Maps bajo el nombre “Bazar los Volcanes”, un lugar que se ha convertido en parada obligada para quienes buscan llevarse un pedazo de historia hecha a mano.
Con cada autobús que crea, Urbina no solo ofrece una pieza decorativa, sino un tributo a los vehículos que marcaron una era en el transporte mexicano. “Es una satisfacción ver que mis trabajos llegan a diferentes partes del país, y me llena de orgullo saber que la gente aprecia estas piezas que llevan un pedazo de historia en cada detalle”, expresó el artesano.
Los autobuses a escala de Gilberto Urbina no son solo maquetas, son auténticas obras de arte que capturan la esencia de los viajes de antaño, cuando los motores rugían y las rutas conectaban vidas e historias a través de los caminos de México.
Para quienes quieran adquirir una pieza o conocer más sobre su trabajo, pueden visitar el Bazar Los Volcanes en Amecameca y descubrir cómo un pedazo de madera puede transformarse en un viaje al pasado gracias al talento y la dedicación de un artesano excepcional.
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